Hola de todos.
Como ya muchos sabéis, el pasado fin de semana, los días 21 y 22 de enero, asistí al salón del manga de Alhaurín de la torre. Como dije hace un tiempo, Luceros en la oscuridad se iba a mover mucho este nuevo año y el primer destino ha sido esta ciudad malagueña.
El viaje fue un tanto incómodo. Dado que el wifi no era de lo mejor, no había demasiado entretenimiento, y no importa lo que quisiese hacer, porque, puesto que el bus se pasaba por diversas ciudades hasta llegar a Torremolinos (Sí, no había autobús directo a Alhaurín), me entraba algo de fatiga. La maleta sufrió diversos percances, entre ellos por pesar demasiado por llevar las cajas de libros dentro. Cenamos mientras esperábamos al siguiente autobús que nos llevaría a Churriana (Sí, no había autobuses directos desde Torremolinos a Alhaurín), y desde ahí cogimos el autobús que nos llevaría, finalmente, a Alhaurín. El camino fue tenso, por las esperas y el frío que nos acosó durante las horas que estuvimos esperando.
Como ya muchos sabéis, el pasado fin de semana, los días 21 y 22 de enero, asistí al salón del manga de Alhaurín de la torre. Como dije hace un tiempo, Luceros en la oscuridad se iba a mover mucho este nuevo año y el primer destino ha sido esta ciudad malagueña.
El viaje fue un tanto incómodo. Dado que el wifi no era de lo mejor, no había demasiado entretenimiento, y no importa lo que quisiese hacer, porque, puesto que el bus se pasaba por diversas ciudades hasta llegar a Torremolinos (Sí, no había autobús directo a Alhaurín), me entraba algo de fatiga. La maleta sufrió diversos percances, entre ellos por pesar demasiado por llevar las cajas de libros dentro. Cenamos mientras esperábamos al siguiente autobús que nos llevaría a Churriana (Sí, no había autobuses directos desde Torremolinos a Alhaurín), y desde ahí cogimos el autobús que nos llevaría, finalmente, a Alhaurín. El camino fue tenso, por las esperas y el frío que nos acosó durante las horas que estuvimos esperando.