Cuánto tiempo ¿No? Esta era una de mis tareas que sabía que en algún momento tendría que retomar para poder poner en orden todos los proyectos que desarrollaba en mi vida y los nuevos proyectos que se han sumado. Sé que habéis esperado mucho (¡3 AÑOS NADA MENOS!), algunos hasta habréis olvidado que yo tenía una pagina web, y no os culpo, de veras.
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Hace un año escribí un blog relacionado con los juegos de mesa, para aquellos que no lo hayáis leído, podéis echarle un vistazo en el siguiente enlace, aunque no es indispensable para entender este.
Blog antiguo: Mi afán por los juegos de mesa. Cuando escribí ese blog estaba empezando a crear "La Supervivencia del más fuerte" un juego de mesa de mi propia creación basado en un mundo post-apocalíptico en el que los zombis han acabado con la humanidad. Típico ¿No? Acabó siendo mucho más. Hoy os contaré como ha sido este año desarrollando "La Supervivencia del más fuerte". Como ya sabréis si seguís mi página de fotografía, he asistido a la FicZone, que se celebró en Granada el pasado 2 y 3 de Abril, con Luceros en la Oscuridad y la cosplayer Yafira Cosplay.
El viaje fue uno de los más pesados que he hecho. Retiro aquello que dije sobre el viaje al AkihabaraDeep en Barcelona, este ha sido el peor de todos. En total tuvimos que coger hasta 4 autobuses, desde La Linea de la Concepción a Algeciras, de ahí a Málaga, de Málaga a Granada y de ahí cogimos un urbano hasta el hotel. Todo esto no sería tan pesado si no fuésemos con dos maletas cada uno, lo cual acrecentaba el cansancio... y bueno, por no hablar de la vuelta... En este día tan comercial y señalado vengo a hablar de una de las cosas que se celebra: El amor. Para muchos es un día para pasar con tu pareja, y quienes no la poseen se deprimen pensando que, de nuevo, pasarán el San Valentín solos, que nadie los quiere ni los querrá y cosas por el estilo. Sí que es cierto que generalmente se cree que este día es para pasarlo únicamente con la persona que amas, pero no tiene por qué ser así, pues nosotros, las personas, podemos manifestar amor por multitud de cosas, no sólo de forma sexual. Hoy, en este día que todo el mundo conoce como "El día de los bombones y los ramos de rosas", es un día en el que os debéis sentir libres de expresar lo que sentís por aquello que amáis y sin lo que no podríais vivir, ya sea un amigo, la persona de la que estás enamorada, tu mascota, un familiar o, ¿por qué no? tu plato de comida preferido. Es un día en el que el tiempo que decides pasar lo pasarás con aquella razón o razones por la que sonríes. Para muchos este día nació como el día d ellos enamorados o el día de la amistad, en el que demuestras a otra persona cuanto la amas, sin embargo, yo pienso que es más bien un día, como otro cualquiera, en el que la gente se debe dejar llevar por aquello que de verdad le llena, sin contemplaciones y sin medias tintas, siendo un poco egoístas y escogiendo aquello que les hace feliz. Haz del 14 de febrero tú día cualquiera; haz de cada día tu 14 de febrero. Yo expresó hoy mi amor aquí, en mi blog, a todo aquello que me hace feliz porque para muchos es un día señalado, y aunque, quizás, una gran parte de las personas hoy estén teniendo o vayan a tener una noche especial con su pareja, pienso que el resto de personas no tiene por qué sentir que este día no es también para ellos.
Durante una etapa de mi vida he sentido el rechazo, el desamor, las mentiras (toneladas de ellas), las traiciones y la maldad. La negatividad y la esperanza de encontrar alguien a quien llamar "el amor de mi vida" se fue desvaneciendo hasta el punto de que me di cuenta de que eso no me parecía tan importante. Era feliz con las cosas que tenía, y, aunque actualmente tenga alguien con quien comparto mi vida, eso no me hace más rico que cualquiera de los que me leéis. Ser feliz con lo que te haga feliz y amar lo que ames parecerá una frase estúpida, pero con el tiempo he aprendido a ver que el amor está en todo lo que hacemos. A aquello que hace que sonría, hoy, como en cualquier otro día, le declaró mi amor y mi cariño. A mis amigos, aquellos que no me mienten y no me cuestionan; a mis gatos; a mi familia, quienes de verdad conocen mis inquietudes, aún sin decir una palabra; a los juegos de mesa; a los videojuegos que me enamoran, los que me enamoraron y los que me enamorarán; a los libros leídos y que amé y aquellos que me quedan por leer y amaré; a la sinceridad; a los chistes malos; a la pizza y el pan pizza; a mis libros y sus personajes, que son una parte de mí; a todo aquello que aún me falta por nombrar... les declaró mi amor. Y, por supuesto, a la "chica de la falda", aquella que a veces piensa que no la entiendo y que se siente inútil porque casi todo lo quiero hacer solo, excepto pasar mi vida sin ella. Un fuerte saludo y feliz día cualquiera. "¿Y si fuera el último día?" Hoy he tenido un sueño extraño, de esos que te levantas y te dices "¡Joder! pero ¿Que demonios acabo de soñar?". Los retazos del sueño aparecen, curiosamente, algo después de despertarme y, entonces, empiezo a recordarlo todo. Todo se oscurece y despierto de mi cama como si fuese cualquier otro día, sin embargo, el cielo está más encapotado de lo normal y al mirar por la ventana me asombro al descubrir que parece haber extrañas siluetas tras las nubes. Figuras ovaladas que avanzan a una velocidad constante y similar. Sí, soñé con alienígenas. Cuando me dirigí al salón recuerdo que mi madre y mi hermano estaban allí. Miré mi móvil, pero no había conexión de nada, de hecho, no podía encenderlo. Pensé que podría ser que no lo hubiese cargado, pero es que no funcionaba ningún otro aparato eléctrico de la casa. Lo cual confirmó de nuevo con lo que estaba soñando. Miré de nuevo por la ventana, no tan asustado como creo que debería de haber estado y pensé "¿Y si fuera el último día?" La sensación que me embargó no fue de tristeza, sino de fastidio. Como cuando sabes que algo tiene que ocurrir algún día y finalmente ocurre. Como cuando ves una serie y empiezas a ver el que sabes que será el último capítulo. Como cuando sabes que hay un importante examen y te descubres frente a ese papel pensando en todas las veces que te imaginaste en esa situación. Si ese fuese el último día... lo viviría como cada día normal ¿Por qué el último tiene que ser diferente? Si le damos más importancias a las cosas solo porque sabemos que ya se acaban, ¿eso no resta importancia a todos esos días pasados?. "¿Y si fuera el último día?"
Vive cada día y estarás preparado cuando llegue el último. Hola de todos.
Como ya muchos sabéis, el pasado fin de semana, los días 21 y 22 de enero, asistí al salón del manga de Alhaurín de la torre. Como dije hace un tiempo, Luceros en la oscuridad se iba a mover mucho este nuevo año y el primer destino ha sido esta ciudad malagueña. El viaje fue un tanto incómodo. Dado que el wifi no era de lo mejor, no había demasiado entretenimiento, y no importa lo que quisiese hacer, porque, puesto que el bus se pasaba por diversas ciudades hasta llegar a Torremolinos (Sí, no había autobús directo a Alhaurín), me entraba algo de fatiga. La maleta sufrió diversos percances, entre ellos por pesar demasiado por llevar las cajas de libros dentro. Cenamos mientras esperábamos al siguiente autobús que nos llevaría a Churriana (Sí, no había autobuses directos desde Torremolinos a Alhaurín), y desde ahí cogimos el autobús que nos llevaría, finalmente, a Alhaurín. El camino fue tenso, por las esperas y el frío que nos acosó durante las horas que estuvimos esperando. Como todo sabéis, "Luceros en la oscuridad: El príncipe desterrado" ha pasado por diferentes etapas. Es un libro al que le he dedicado mucho cariño, y tras el trato con la editorial que todos conocéis, decidí dejar de confiar en las editoriales y adentrarme en la inexplorada (al menos para mí) autoedición.
Al principio me fue difícil distinguir las diferencias entre unas imprentas y otras, pero al cabo de un tiempo, bastante grande he de decir, me decidí por ReadOnTime, que, bueno, digamos que cubrían mis principales necesidades. Me puse a trastear con la cuenta, buscando como subir los archivos de los libros y cuando surgió un pequeño problema con ello (entre eso, y que soy bastante torpe), me percaté de que estos de ReadOnTime tenían un chat con el que podía hablar con ellos directamente, y, la verdad, han hecho todo muchísimo más fácil. Gracias a Mayte, por estar siempre ahí, preparada para cualquier pregunta que le vaya a hacer, por estúpida que sea. Por ser tan amable y ayudarme en cada momento con el tema de los libros. Gracias a Antonio, que se ha encargado de tener una soberana paciencia con mi ignorancia. Si no fuese por tu constancia a que yo acabase de entender lo que tenía que hacer no podría haber continuado. Gracias a Felix, que aunque no hemos hablado tanto, me informaste mucho en su debido momento y me calmaste mis fugaces dudas. Gracias a Cecilia, mi dibujante, que ha sufrido conmigo no saber que más hacer con la portada para que estuviese correctamente. Y gracias a todos aquellos que estáis ahí y habéis hecho posible que no me rinda en sacar adelante estas obras. Gracias. Un fuerte saludo. Sé que no he sido demasiado constante con haceros saber que iba al expocómic de Madrid, de hecho, solo puse un tweet al respecto si no recuerdo mal, pero es que no se me ocurría una buena forma de anunciároslo.
El viaje, como siempre, fue de la mano de Daibus, pero esta vez tuvo un incentivo para hacer que el viaje mereciese la pena: Había telecitas en los asientos, como en los autobuses de Madrid-Barcelona. Mi reacción fue tanto de asombro como de decepción, pues en mi anterior viaje perdí mis auriculares, y aunque hubiese un dispensador de ellos, oculté mi pereza de comprarme unos con la excusa de que tenía demasiado sueño (Como sabréis el bus de mi ciudad a Madrid viaja por la noche, de 21:30 a 6:00 o algo así). Aunque el viaje fue ameno hubo un hombre que parecía estar seriamente constipado, pues se pasó tosiendo y estornudando durante las 7 horas y pico que duró el viaje, impidiendonos dormir a mí y a mi pareja durante el trayecto (Pobre hombre). Además, la consola se me quedó sin batería demasiado pronto, así que tuve que resignarme a pasarme todo el viaje intentando hacer oidos sordos al señor resfriado, porque, aun teniendo pantallita, no había un p*** enchufe donde cargar mi consola. Finalmente, llegamos a Madrid. ¿Como surgió?"Luceros en la Oscuridad: El príncipe desterrado" ni tan siquiera tenía nombre en un principio, como imagino que pasa con gran parte de los proyectos que desempeñamos. Tenemos una idea, la desarrollamos y luego le damos nombre. Esta historia nació un día mientras hablaba con una amiga con la que he perdido el contacto, desgraciadamente. En aquella época jugaba al famoso MMORPG "World of Warcraft" y me gustaba muchísimo mi personaje, un mago elfo de sangre llamado Dolier. Le conté a esta vieja amiga que me gustaba mucho escribir, pero que aún no había creado una historia que me motivase, ella me pidió que le escribiese algo, lo que se me ocurriese, y se me vino una escena en la que mi personaje del WoW se encontraba con un enano para avisarle de un suceso importante ¿No os suena? Así nació el Capítulo 1 de "El príncipe desterrado". Pasó un tiempo, y cuando entré en el ciclo de grado medio de informática quise darle forma a esa historia que se me había ocurrido, durante algunos descansos o momentos de procastinacion. Capítulo tras capítulo, el primer libro de la saga Luceros fue tomando forma.
Cuando era un crío, mucho antes de jugar a ningún juego de mesa que no fuese el parchís o la oca (O el ajedrez, pero no es tan relevante por ciertas razones), yo jugaba a los juguetes usando dados. Sí, era un frikazo incluso antes de serlo realmente. Me inventaba mis propios juegos de mesa valiéndome de mi infantil astucia y de contados dados que poseía. Mi padre incluso me llegó a hacer un dado de madera, que, aunque la intención fuese todo lo bonita que quisieseis, el dado era terriblemente feo y estaba un tanto descompensado. A pesar de ello siempre lo llevaba conmigo por que era lo suficientemente grande como para que nunca se me perdiese.
Mi afán por inventar juegos de azar con los Playmobil, MegaBlocks y juguetes de diferente índole, se debía a que no tenía demasiados amigos con los que jugar, y salir a la calle no me proporcionaba aliciente alguno, así que me veía obligado a "jugar conmigo mismo". Después de un tiempo me había inventado mis propias reglas para multitud de juegos, que, a veces, incluso podía jugarlo algún amigo con el que quedase. Fútbol, Asaltos, sistemas de combate finalfantilescos... no había límite para mí y mi dado... salvo que hubiese perdido el dado, como muchas veces ocurría. |